SITUACION DEL PROCESO DE PARTIDA. CONDICIONANTES. Obrilla entre medianeras con 8 viviendas y 2 locales. Muy adecuada para una especulación fácil e inmediata. Típica permuta con lío. Exigencias del dueño del solar, además de las imposiciones que establece el promotor y luego, como último obstáculo, las condiciones que impone el constructor. Estreno de promotor, o sea: promotor en estado todavía virgen. Promotores que lo son marginales a su negocio. Hacen sus pinitos en el campo de la especulación inmobiliaria ante la facilidad y el desorden reinante general y la posibilidad de enriquecerse rápidamente. Asociación promotor-constructor. Precio de construcción fijado a priori, pase lo que pase y caiga quien caiga. No se puede pasar de tantas pesetillas metro cuadrado. FASE DE PROYECTO. CONTRADICCIONES Y ESPERANZAS. Total imposibilidad de ejercer sustanciales variaciones de programa para hacer variar la imagen supraconvencional de la futura construcción. Imposibilidad de introducir nuevas hipótesis con un mínimo proceso tecnológico al ser rechazadas por apartarse de los sistemas tradicionales constantemente utilizados y repetidos por la constructora. Posibilidad de utilizar una tipología ya ensayada en otras obras de este tipo que opere, a través de la forma, un proceso de validez formal-funcional y autónoma propia en contradicción con el resto de las imposiciones establecidas. FASE DE REALIZACIÓN. TERCER ACTO. Proyecto bastante preparado para resistir los cambios con que a última hora, y en el momento de iniciarse las obras, nos sorprenden, atormentan y desesperan los constructores y promotores. Establecen los cambios de una manera rotunda. No al ladrillo tocho macizo. Si al «gero visto». NO a la barandilla maciza, SI a la barandilla de hierro. NO a los sardineles. SI a esto y NO a aquello. En estos casos, surge la cuestión de si aceptas continuar o no, de si te vas o si te quedas. Partiendo de establecer un límite, hasta el que te quedas, pasado el cual te vas, surge el proceso de llevar la obra adelante, incluyendo los puntos fundamentales establecidos en la fase de proyecto. Acostumbrado a este tipo de enfrentamiento, se obtienen algunos buenos resultados actuando con una impertinente insistencia y una rara habilidad que va desde la mentira más cínica hasta la provocación de situaciones falsas. Una vez establecidas todas las posiciones necesarias para obtener un resultado final con un cierto interés, queda el hecho, válido en sí mismo, de la constatación del propio resultado, con sus contradicciones incluidas, como autenticidad de un verdadero proceso arquitectónico.