La fábrica Rogelio Rojo está situada entre las calles Rogelio Rojo, Fàbrica, Santa Clara y avenida Catalunya. Se trata de un conjunto arquitectónico de uso industrial construido en épocas diferentes: año 1917, años 30, años 50, años 60 y 1973. El volumen principal del conjunto tiene forma de U, está formado por dos naves de planta baja y una nave de planta baja y primera planta. Además existen una serie de edificaciones anexas que se han ido añadiendo a lo largo del tiempo. El espacio interior es diáfano y de gran tamaño, gracias a los grandes ventanales y a la cubierta en forma de diente de sierra. El exterior, de obra vista y aplicaciones cerámicas dispone de fachadas testeras coronadas con cabeceros curvilíneos y mixtilinios que se inspiran en el barroco. La estructura vertical es de pilares de acero y paredes de carga de obra vista a base de ladrillo macizo. La cubierta es de teja árabe sobre solera de cerámica que se apoya sobre cerchas de madera y metálicas (en sustitución de las de madera originales). La nave principal y la otras dos están unidas ya que las paredes laterales han sido sustituidas por jácenas metálicas con un pilar de obra (fábrica de ladrillo macizo) en medio. Los cimientos son muros corridos de mampostería de piedra de 60 cm de ancho. La cubierta de la nave larga es de teja cerámica sobre machihembrado cerámico. Los pavimentos son de hormigón y presentan ciertos desniveles y algunas reparaciones. En el interior hay unas divisiones a total altura con paredes de ladrillo con pilares de refuerzo. El conjunto industrial ocupa un solar de 9.752 m2 de los que 4.675 son de construcciones. En el período de la primera Guerra Mundial (1914-1918) se produce un aumento de demanda por parte de los países contendientes que anima el desarrollo de la industria dedicada al sector textil y metalúrgico. En ese momento la familia Rojo inició la fabricación de complementos por las prendas que confeccionaban ellos mismos. Finalmente optaron por fabricar únicamente fornituras metálicas como hebillas, botones y agujas y también placas para las botellas de cava. Tras la Guerra las exportaciones catalanas sufrieron un bajón. La crisis se traduce en paro de los trabajadores y se producen conflictos sociales. La empresa Rogelio Rojo instala su nueva fábrica en Masquefa, lejos de la conflictividad de las áreas urbanas. El arquitecto encargado del proyecto fue Josep Donés i Torres. El ritmo de producción de los primeros años era estable, la balanza entre las importaciones y exportaciones era favorable, los salarios eran bajos y la plantilla estaba mayoritariamente por mujeres. En 1936 con el estallido de la Guerra Civil la producción no se alteró. En 1937 en contacto con la Comisión de industrias de Guerra por la Generalitat de Catalunya, se empiezan a fabricar proyectiles por el ejercito republicano y también se construye un nuevo edificio. El 22 de enero de 1939 Masquefa fue bombardeada por la aviación italiana. La época de posguerra fueron unos momentos difíciles y la fábrica se convirtió en un referente económico y un elemento socializador por el municipio de Masquefa. Durante la década de 1970 se construye un nuevo edificio de dos plantas preparado por el proceso productivo del galvanizado. A finales de los 80, las instalaciones de la fábrica quedaron obsoletas y ya no podía competir en el mercado. La fábrica cerró a finales del siglo XX. Esta fábrica ha desarrollado actividades relacionadas con la metalurgia. La última empresa finalizó en 2002. Actualmente acoge, entre otros servicios y actividades culturales, la Biblioteca Municipal. En 2002 fue adquirido el conjunto por el Ayuntamiento de Masquefa.