La biblioteca se ubica en el extremo noroeste de la plaza Cívica del Campus Norte de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Por su interior, cortando el edificio de forma oblicua, discurre una calle de acceso a la plaza Cívica que se transforma en el vestíbulo del edificio.
El interior queda organizado en varias salas muy neutras que deben permitir la reorganización constante del edificio a medida que las nuevas tecnologías tomen protagonismo en la biblioteca.
El Campus Nord forma una fachada casi continua contra la que se recorta el volumen del edificio, de piedra caliza blanca, con una apertura enorme que marca el inicio del camino. La fachada contrasta por volumen, composición, aberturas y color con la fachada posterior. El resto de las fachadas del edificio son de piedra. En la plaza Cívica, la fachada es totalmente acristalada y contrasta con las anteriores.
La cubierta ilumina las plantas superiores y toma forma de diente de sierra orientada a norte estricto, con una geometría oblicua respecto al resto de geometrías del edificio. La sala superior, enmoquetada, siempre en silencio, es muy agradable de visitar. La conectividad vertical que el vestíbulo da a todo el edificio es, también, espectacular, un vestíbulo singular por un edificio llamado a ser uno de los centros de relación de todo el Campus Nord.
El edificio incorpora las distintas bibliotecas de las escuelas universitarias de la UPC.
La localización especial del edificio justo en el límite entre la ciudad y el campus universitario es uno de los aspectos en los que el proyecto ha sido más sensible. Su imagen como puerta, por un lado, y como pieza urbana capaz de provocar actividad y relación por otro, han sido premisas básicas a la hora de desarrollar el proyecto.
Una calle de nueva creación se convertirá en su paso por el interior del edificio en un vestíbulo generador de encuentro y circulaciones, y será el elemento que determine la segregación entre áreas servidoras y áreas servidas.
El principal cuerpo de áreas servidas está destinado a zona de biblioteca. En la primera y la segunda planta, la disposición de los espacios es similar a la planta baja. Son plantas diáfanas y nítidas en cuanto al espacio. En la azotea es donde la superficie recupera la totalidad del contorno de su volumen del edificio. Es una planta cerrada en sí misma, con unas aperturas sesgadas para dar una iluminación tangencial y unos lucernarios lineales orientados directamente a Norte.
Los distintos materiales se han escogido para conseguir un buen envejecimiento del edificio. En las fachadas se dispone de piedra caliza, colocada de forma aireada, lo que provocará una composición de juntas acorde a la escalera del edificio. En el interior, las partes públicas disponen de pavimentos pétreos y el resto de pavimento en zonas de estudio y consulta será de moqueta para mantener un grado de confort acústico acorde a la naturaleza del edificio.