El mercado del Born es una pieza clave dentro del plan de urbanización que da lugar al parque de la Ciutadella cuando esta se derriba, a mediados del siglo XIX. Una serie de islas largas y estrechas se disponen paralelas a la directriz del parque y lo entregan contra el barrio de la Ribera. El corazón de la intervención es una plaza pública doblada por el mercado del Born (el mercado de venta al por mayor de Barcelona). El mercado original se concibe como una plaza cubierta con un tejado ligerísimo obra de Josep Maria Cornet i Mas. Este tejado tiene forma de cruz inscrita en el perímetro del mercado, formada por brazos asimétricos cubiertos a dos aguas con claraboyas en la cumbrera, levantados respecto a otros grupos de tejados idénticos. En el crucero se dispone una cúpula octogonal con linterna. Los cierres del mercado son opacos hasta media altura y quedan cubiertos (al igual que los saltos entre tejados) por una persiana metálica, casi una malla, que introduce una luz matizada, casi religiosa. El mercado se abandona en 1971 y sobrevive abandonado en los Juegos Olímpicos. Cuando, finalmente, se pretende disponer la Biblioteca Provincial de Barcelona a sus arquitectos, Enric Soria y Rafael de Cáceres, encuentran, al excavar la solera, los restos del antiguo barrio de la Ribera en un estado de conservación óptimo. El programa se adecua al hallazgo y, actualmente, el edificio sigue en obras para alojar una parte del Museo de Historia de la Ciudad que se ocupará, precisamente, de la preservación de estas ruinas bajo la estructura del mercado restaurada arqueológicamente. La nueva intervención dispone de unas plataformas perimetrales que permitirán la visión de las ruinas conservando el espacio de la rotonda intacto. El programa museístico se alojará en unos cubículos dispuestos en la plaza. Toda la intervención será pública y recuperará el carácter de plaza que poseen los mercados mediterráneos.

El mercado de Sant Antoni se implanta fuera de la puerta de la muralla que llevaba su nombre, sobre un mercado espontáneo existente extramuros y adyacente al que era la carretera de Madrid (actual avenida Mistral). Rovira i Trias, perdedor del concurso para el Eixample de Barcelona, toma el pulso a la propuesta ganadora de Ildefons Cerdà disponiendo, en medio de la isla entera que ocupa el mercado, una cúpula a modo de plaza cubierta, diseñada en colaboración con Josep M. Cornet i Mas, de dimensiones análogas a las de un cruce del ensanche. Cuatro pabellones simétricos quedan enfrentados a los chaflanes, dado que disponerlos girados noventa grados respecto a la directriz de las calles (es decir, en diagonal) permite que alcancen la longitud máxima inscribible en una manzana cuadrada. El perímetro de la manzana queda cerrado y los espacios comprendidos entre la valla y las fachadas del mercado se tratan como patios de descarga de mercancías. Respaldada en esta valla perimetral se establece una marquesina perimetral donde tiene lugar un conocidísimo mercado exterior en el que se puede encontrar de todo los domingos por la mañana y que constituye un espectáculo digno de verse y un lugar donde poder tomar el pulso en la ciudad. La reforma dispone de dos plantas subterráneas bajo el mercado restaurado arqueológicamente, con las paradas reformadas. Las excavaciones para la obra han dejado al descubierto restos del baluarte de la muralla, que se han incorporado al proyecto. Este derriba la valla perimetral preservando la marquesina para abrir los antiguos patios de mercancías y convertirlos en plazas públicas. En una de ellas se deprime toda una planta para permitir la visita a los restos del baluarte y se convierte en acceso de un nuevo zócalo comercial. La reforma dejará ver a la totalidad del mercado viejo perfectamente restaurado y valorará sus fachadas laterales, en un principio cerradas, arquitectura de servicio dignificada con el paso de los años. La nueva arquitectura reforzará el carácter cívico y, al mismo tiempo, potenciará la memoria histórica del sitio.

Edifici situat al nucli més antic de Sitges, al costat de la Casa de la Vila. Es tracta d'una construcció d'una sola nau amb coberta a dues vessants. La façana de maó vist , és de composició simètrica i presenta com a element més remarcable la marquesina de ferro de l'entrada. En el seu origen , el mercat era aïllat; posteriorment es va afegir un nou cos que el va unir amb altres edificacions. L'edifici del mercat de Sitges, primera construcció en ferro de la vila. Va ser projectat i L'edifici del mercat de Sitges, primera construcció en ferro de la vila. Va ser projectat i dirigit per l'arquitecte municipal Gaietà Buigas i Monravà , i es la primera obra sitgeriana L'edifici del mercat de Sitges, primera construcció en ferro de la vila. Va ser projectat i d'aquest arquitecte. Els plànols daten de l'any 1889. La subhasta de les obres fou adjudicada a Pere Ferran per 24.700 ptas. La inauguració oficial del mercat és va fer el 15 d'agost del 1890. De l'any 1891 es conserven encara els dibuixos originals de la marquesina de ferro colat de l'entrada, realitzats també per Gaietà Buïgas. L'any 1935 s'hi van fer obres d'engrandiment

Edificio civil. Construcción exenta de planta rectangular longitudinal, cubierta por un tejado plano, en cuyo centro se levanta una bóveda de cañón que ocupa toda su longitud. Consta de un pasillo central y una hilera de puestos de venta a cada lado; por el lado exterior también hay paradas. Las paradas están separadas por unas columnas de hierro fundido que soportan el tejado. El conjunto destaca especialmente por su bóveda que también sirve de ventilación una vez cerradas las paradas. Las fachadas testeras y el zócalo del edificio están revestidos de mármol, y el interior del edificio está decorado con cerámica vidriada con baldosas que forman franjas de colores que lo hacen más vistoso. El mercado fue diseñado por el arquitecto de Mataró Emili Cabanyes, y entró en funcionamiento el 5 de junio de 1892. Un año más tarde, Josep Puig i Cadafalch proyectó y ejecutó la reforma de la cubierta, que le confirió el aspecto que conserva actual. En 1979 fue restaurado por los arquitectos Isidre Molsosa y Montserrat Torres. Es un edificio muy característico de Mataró, que recibe el nombre popular de "el tren" debido a su forma alargada. Por el mismo motivo se le conoce también popularmente como "el renglón" o "el tranvía".

El Mercado de la Carne se encuentra situado en la Plaça de l’Oli, haciendo esquina con la Plaça de la Vall del Castell. Es un edificio público entre medianeras formado por planta baja bajo cubierta de teja árabe. Las ventanas son de arco rebajado y los portales de entrada de arco de medio punto. La composición es simétrica y el lenguaje empleado en la obra es el ecléctico. Se hace uso del ladrillo visto. El mercado fue construido en 1882, en el lugar donde en 1873 se había derribado el Teatre Vell (realizado en 1817, con una capacidad para unas seiscientas personas). Este Teatro Municipal ocupaba parte de la Plaça de l’Oli y, al hacerse el mercado, se recuperó este espacio.

Edificio público de una sola nave y entre medianeras. Hace esquina con la calle de la Muralla dels Vellets. Tiene cubierta de teja árabe, de pabellón con linterna. En los chaflanes están los dos accesos, con escalones. Los muros están ordenados por bandas horizontales y verticales de ladrillo visto, material utilizado también en los dinteles de puertas y ventanas. El proyecto del Mercado de Gallinas y Menudos, realizado por el arquitecto Santiago Güell, fue presentado el 25 de septiembre de 1911. En 1912 se hizo la subasta para la edificación y en diciembre de 1913 se inauguró oficialmente. Acoge el Archivo y la Casa-Museo de la Fiesta Mayor de Vilafranca.

El mercat central de Tarragona va ser construït originalment en una zona despoblada de l’eixample. Té una superfície de 2.400 metres quadrats i ocupa una sola planta. La nau central està coberta per una gran volta de fibrociment. Les cantonades i els centres de les façanes queden ressaltats per unes grans obertures que permeten l’entrada de llum natural a través d’unes grans persianes. L’estructura, que queda vista a l’interior, és de columnes de forja i cintres metàl·liques. Pujol de Barberà concep l’edifici aplicant-hi la inventiva pròpia dels nous corrents modernistes, si bé amb la contenció historicista pròpia de la seva condició de restaurador.

Gran construcción de ladrillo visto y piedra, con escalinata y porche de entrada en curva. Cubierta con caballos de hierro vistos. Interior de una sola nave dividida en tres calles -tantas como puertas de entrada- para facilitar la compartimentación de los puestos. En el centro, donde la calle Margarides atravesaría el local, se disponen, en una rotonda, las paradas del pescado. Ventanales de iluminación laterales. Gran ventanal central en la fachada a nivel del piso, sobre el porche. Ornamentación con baldosas y molduras en los elementos de piedra situados en el zócalo, en el arranque de los arcos de entrada y en los pináculos. Obra postmodernista. Está situado en un lugar céntrico de la Riera, cerca de la plaza de la iglesia, destaca del conjunto por su magnitud y por el hueco del porche, aunque sigue la misma alineación de fachada de las casas vecinas. En estos últimos años se instaló la emisora municipal sobre el hueco del porche, en el primer piso.

Mercado formado por la planta semisótano, que aloja el almacén, y la planta piso, con el mercado, accesible por cuatro puntos situados en los vértices (uno de ellos coronado por una cúpula). La cubierta está formada por diferentes planos inclinados que dejan entre ellos las aperturas que iluminan el interior. El mercado tenía un diseño esmerado: el proyecto contemplaba los diferentes tipos de paradas según su utilización (fruta, carne o pescado) y su situación, así como los diferentes elementos que las configuraban (revestimientos, luces, numeración, posacisteles, etc.). El interior ha sufrido un progresivo proceso de transformación, perdiéndose su carácter unitario original. La obra se inició en noviembre de 1928 en el llamado "Pla de Sang". Este emplazamiento era el previsto por el “Pla de Reforma i Eixample” de J. Renom-Manich.